Julieth Camila Cabrera Bernal.
La primera fase de mi proceso de práctica fue principalmente de reconocimiento de las características del colegio, mientras que la segunda fase -y última- fue de diseño de una actividad experimental, incluyendo la guía para los estudiantes, sobre el tema “Ley de Hook” (cálculo de la constante de elasticidad de un resorte).
En el momento en que me plantearon diseñar la actividad experimental pensé: “bueno esto es sencillito de hacer, no creo que tarde tanto”, ya que a mi juicio solo se trataba de la realización de una guía de laboratorio sobre un tema que había trabajado tanto en el colegio como en la Universidad, pero no fue así. La primera dificultad que experimenté cuando comencé a diseñar la guía fue que no sabía para qué grado iba dirigida y qué conocimientos previos tenían estos estudiantes. Cuando me reuní con mi asesora de práctica (la profesora de práctica de la Universidad) ella me hizo caer en cuenta que lo anterior no era mi único problema, puesto que para diseñar la guía había partido del supuesto inveterado de que una guía de laboratorio debe mostrar de forma detallada todos los pasos que los estudiantes deben seguir para realizar el experimento y alcanzar los aprendizajes presupuestados. Ella me llevó a preguntarme: ¿la guía que estoy pensando motivará a los estudiantes a aprender física?, en este caso la ley de Hook, o ¿será una serie de pasos a desarrollar que los estudiantes seguirán al pie de la letra para obtener una buena calificación y “hacerle caso a la profesora”? Como tenía pensada la actividad de seguro los estudiantes iban a adoptar la posición de “hagamos esto por pasar” y no harían la actividad porque les motivara o generara curiosidad intelectual.
He de aclarar que no solo es importante generar en los estudiantes la curiosidad o motivación por el aprendizaje de la física, porque esto es tan solo el primer paso. También es importante que ellos desarrollen sus habilidades experimentales, tales como: su capacidad de predecir, observar y explicar, y que construyan conocimientos significativos sobre el mundo físico (tanto natural como fabricado), esto es conocimientos que les sean útiles en su vida diaria.
Teniendo en cuenta lo mencionado anteriormente e inspirada en la metodología Predecir, Observar y Explicar, reorganicé la guía a través de tres momentos. En el primer momento el estudiante predice los resultados de la actividad experimental propuesta a partir de sus creencias y/o conocimientos previos y justifica sus predicciones (construye hipótesis). En el segundo momento el estudiante realiza la actividad experimental propuesta: observa lo que sucede, realiza las mediciones pertinentes, registra detalladamente sus observaciones y mediciones. En el tercer momento –y último-, el estudiante analiza sus resultados a la luz de sus hipótesis iniciales y las ideas que sobre el asunto han consensuado las comunidades científicas, y construye una explicación en la que reconcilie cualquier conflicto entre lo que observó-midió, sus predicciones y las ideas teóricas.
Considero que esta estructura permite a los estudiantes desarrollar sus habilidades experimentales y los “familiariza” con los materiales de laboratorio. Contribuye a que los estudiantes sepan que es una hipótesis y puedan elaborarlas y justificarlas, también que desarrollen su capacidad de construir sus propias preguntas de investigación, y sus habilidades para la observación, descripción y análisis.
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